La verdad es que no se si existe algo así. Tal vez tenga nombre y todo, o tal vez yo sea la única a loca a la que le pasa. Lo he llamado síndrome de la última página y la definición sería algo tal que así:
-Síndrome de la última página: vacío existencial comúnmente acompañado de tristeza que se siente al acabar un libro, trilogía o saga con la que llevabas mucho tiempo o a la que tenías mucho apego.
La primera vez que me ocurrió fue al acabar Harry Potter. No me leí todos los libros de Harry Potter de un tirón, me los iba leyendo poco a poco y leía otras cosas entre libro y libro. Tarde dos años en acabarme la saga. Era mi lectura principal. Empece La Piedra Filosofal con diez años y acabe Las Reliquias de la Muerte con doce. Me empeñe en leer Las Reliquias de la Muerte lo mas rápido posible. Me llevaba el libro hasta a la piscina y suplicaba al universo que mis amigas tardasen en llegar para tener mas tiempo para leer. Siete días, lo terminé en siete días. En el momento me sentí realizada, pero no había pasado ni un minuto cuando me pregunté: ¿y ahora qué? Puede que suene raro, pero los libros eran y siguen siendo una parte muy importante de mi vida y me ayudan a escapar en los malos momentos y me apartan de el resto del mundo cuando quiero estar sola. Recuerdo perfectamente que una vez que lleve La Orden del Fénix a clase varios compañeros me preguntaron si me lo leía de verdad o si me saltaba páginas. Harry Potter fue tan especial para mi que pase varios días con una sensación molesta en el estomago después de acabármelo cada vez que pensaba que ya no tendría nada nuevo que leer sobre esa historia.
La última vez que lo he sentido ha sido con Cazadores de Sombras: los Orígenes (The Infernal Devices). Con Cazadores de Sombras aun no me ha pasado porque todavía me queda un libro, pero el primer libro de Los Orígenes lo empece a leer el 7 de agosto y me acabe el último el 12 del mismo mes. Me encantó. Mi madre hasta tuvo que echarme la bronca porque yo no iba a ninguna parte sin mi ebook. Y cuando me lo acabe casi lloro. El final me pareció triste y feliz al mismo tiempo. Los dos sentimientos contradictorios flotaban entre las palabras del epílogo. Y entonces llego el miedo a pensar en la historia porque no quería sentir la molestia de estomago tradicional .
Tengo una especie de miedo (aunque tampoco se le puede llamar miedo) a que los libros, y también algunas series y películas, acaben, y yo, nunca pueda saber lo que paso después. Leer fanfiction e imaginarte tu mismo la historia ayuda, pero, no es lo mismo.
Bueno, eso era todo. ¿Sentís vosotros también el síndrome de la última página o soy yo la única?
Besos.
A todos los lectores empedernidos que se precien les ha pasado alguna vez. Al menos una. Esa sensación de inconformidad al haberte acabado un libro y pensar "¿por qué? ¿Por qué se ha terminado tan rápido?" Soy de los que tienen la opinión de que, aunque no sea demasiado agradable, todos los seres humanos lo deberíamos pasar. Conocer esa sensación indescriptible al ver como tu novela favorita termina con las últimas palabras. Sin embargo, no creo que todos lo experimentemos del mismo modo. Yo, personalmente, siento una extraña felicidad al haber compartido una historia con todos y cada uno de los personajes, haberlos conocido tan bien como si fueran personas normales. Sin embargo, siempre quedará esa sensación que tú misma describes: "¿Y ahora qué? ¿Qué libro me va a transportar a lugares más maravillosos que este y va a presentarme a gente aún mejor?... ¿Qué libro me voy a leer ahora que supere a este?" Y, por supuesto, la incertidumbre ante el futuro de sus protagonistas: "¿De verdad algún día llegan a ser felices? ¿Tienen una buena vida? ¿Forman una familia?" Todas esas son preguntas que nos planteamos cuando sufrimos el "Síndrome de la Última Página". Eso es algo que, en ocasiones, es difícil de sobrellevar. Yo siempre hago dos cosas para soportarlo, y quizá, y solo quizá, a los que leáis esto también os sirva:
ResponderEliminar1) Releer. Sé que muchos no estaréis de acuerdo, pero hacerlo es la única forma de revivir a los personajes y sus respectivas historias tal y como se merecen. Además, a mí me sirve para reparar en detalles que de otro modo pasaría por alto, atender a descripciones a las que antes no habías prestado atención y conocer más a fondo a los personajes. Y, en el fondo, nunca es solo releerlo. Es leerlo de una forma distinta. Es volver a vivir la misma aventura, pero no experimentar los mimos sentimientos, de modo que cada vez es distinto y, por tanto, especial.
2) Cuando acabo con una historia que me ha gustado especialmente, cojo el libro, lo sostengo entre mis dedos, me lo acerco a los labios y susurró un suave "gracias" a su portada. Gracias por haberme mostrado esa gran aventura, por haberme llevado a tantos sitios inimaginables y haberme dado a conocer a tantas personas y tan distintas. Gracias al autor por haberlo escrito, porque sé de algún modo que lo ha hecho especialmente para mí. Gracias a los personajes por haberme acompañado, haber dado lo mejor de ellos y luchado hasta el final. Gracias a la persona/ cosa que me lo dio a conocer. Gracias al libro, al completo, por haber llegado a mis manos.
Espero que te sirvan estos dos consejos que vuelven mucho más cómo el síndrome.
Por cierto, ¡me encanta vuestro blog! ¡Ánimo y seguid así!